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Qué cubre un seguro a todo riesgo para tu coche

9' que cubre un seguro a todo riesgo
Fecha de publicación: 09/06/2022
Fecha de revisión: 07/08/2024

Después de mucho buscar y comparar, por fin te has decidido por el candidato perfecto para ser tu nuevo coche. Es ideal para ti, tacha todos los requisitos de tu lista y ya cuentas los días que te quedan para ir a recogerlo, recién salido del concesionario. Pero, antes de que eso ocurra, debes contratar un seguro que te proteja correctamente. A tu alrededor hay consenso: un seguro a todo riesgo es lo mejor para un coche nuevo. Pero, antes de tomar la decisión y comprometerte a pagar un todo riesgo, conviene salir de dudas. Al fin y al cabo, ¿cubre de verdad esta modalidad todo lo que pueda pasar? A continuación, vemos qué cubre un seguro a todo riesgo y cuándo te interesa contratarlo.

Qué es un seguro a todo riesgo exactamente

No hace falta que, a estas alturas, te hablemos de que en España es obligatorio contratar un seguro para cualquier coche, independientemente de si va a circular o no. De todas las opciones posibles, el seguro más completo es la modalidad a todo riesgo. Así, te ofrece coberturas por el mínimo legal exigido, pero también de lunas, robo, incendio y todo lo que puede incorporarse a un terceros ampliado. Pero, sin duda, la cobertura más golosa de un seguro a todo riesgo es la de daños propios. Gracias a esta, la reparación de cualquier avería o imperfección que tenga el coche correrá a cargo de tu aseguradora, incluso cuando la hayas producido tú en un siniestro o fuera de él.

Pero, como te puedes imaginar, no todos los seguros son iguales, y no por todos los todo riesgo se paga lo mismo. Como en todas las modalidades, los detalles de las coberturas varían de aseguradora a aseguradora. Por eso, comparar seguros de coche es un paso fundamental a la hora de contratar un seguro, ya que te permite asegurarte de que lo que cubre tu seguro a todo riesgo será exactamente lo que tú necesitas.

De cara a qué cubre un seguro a todo riesgo para tu coche, las coberturas serán como mínimo las que veremos a continuación.

Responsabilidad civil obligatoria y ampliada

La responsabilidad civil es el mínimo obligatorio que debe cubrirte cualquier seguro de coche y, por supuesto, un todo riesgo la incluirá.

Así, la cobertura de Responsabilidad Civil se hará cargo de los daños que sufran los implicados en un siniestro si tú eres el culpable, así como de la reparación del resto de vehículos y otros daños materiales. Así, estarán cubiertos el otro conductor y los pasajeros de su coche, así como los pasajeros de tu coche, y peatones, ciclistas y otras personas que se hayan visto implicadas en el accidente. La parte obligatoria es lo que la ley te obliga a tener, mientras que la ampliada es un complemento que añaden prácticamente todas las aseguradoras.

Seguro del conductor

Mientras que la cobertura de responsabilidad civil se hace cargo de los terceros, el seguro del conductor te paga la asistencia médica cuando eres el responsable de un siniestro. Supone un gran alivio en caso de sufrir un accidente, ya que te permite desentenderte del coste económico de la asistencia médica y centrarte en tu recuperación.

Así, dependiendo del seguro, tendrás cubierto el traslado hospitalario, operaciones, tratamientos, rehabilitación y medicamentos. Además, algunos seguros incorporan aportaciones económicas para adaptar tu casa y contratar asistentes en caso de incapacidad o rehabilitación prolongada. El seguro del conductor también incluye las indemnizaciones por fallecimiento o invalidez permanente.

Lunas, Robo e incendio

Estas tres coberturas son habituales de los Terceros Ampliados, así que por supuesto que también formarán parte del todo riesgo. Así, en líneas generales incluyen:

Asistencia en carretera

Si eres viajero y amante de los roadtrips, esta cobertura te interesa, aunque si solo usas el coche para ir a trabajar también puedes sacarle mucho provecho. La asistencia en viaje incluye los gastos de la grúa y el traslado a un taller en el que reparen tu vehículo accidentado o averiado, y habitualmente también cobertura de pinchazos, reposición de gasolina y otras reparaciones “menores” que ya de por si pueden amargarte el viaje.

La asistencia en carretera en un todo riesgo también suele incluir coche de sustitución, para que puedas terminar tu viaje, o volver al punto de origen. Y, para los casos en los que haya que pernoctar en el área del accidente, incluye gastos de hotel por inmovilización del coche.

Defensa jurídica

Si sufres un siniestro, no es posible presentar parte amistoso y los otros implicados y tu no os ponéis de acuerdo, es posible que llegues a tener que reclamar los daños por la vía judicial. Si se da el caso, la cobertura de defensa jurídica te incluye asistencia legal y financiación de abogados para llevar el caso. Al fin y al cabo, está en el interés de la aseguradora que no seas considerado culpable en un accidente.

Además, es habitual que los seguros a todo riesgo incluyan asesoramiento para reclamar multas y cursos de recuperación de puntos, para el caso de que pierdas tu saldo del carnet y te retiren el permiso.

Cobertura de daños propios

Hemos dejado para el final de la lista de coberturas la de daños propios, precisamente porque es la de mayor interés del seguro a todo riesgo. Así, supone dos grandes ventajas:

  • Tu seguro pagará la reparación de tu coche en los casos en que tú hayas producido los daños. Desde un siniestro en el que seas declarado culpable como un rozón.
  • Si quieres reparar daños o averías sin terceros o actos de vandalismo sin culpable identificado, puedes dar un parte sin culpa y la aseguradora se hará cargo de la reparación.
  • Caída de rayos, granizo o pedrisco.
  • Limpieza de la tapicería si socorres a las víctimas de otro accidente.

Así, casi la totalidad de lo que pueda pasarte está cubierto por el seguro a todo riesgo, gracias a la cobertura de daños propios. Y, si bien algunas de estas coberturas pueden incorporarse a un terceros, muchas otras son exclusivas de esta modalidad, como es el caso de la de daños propios.

¿Con franquicia o sin franquicia?

Una vez te has decantado por asegurar tu coche a todo riesgo, te encuentras con dos grandes opciones. Tienes, por un lado, los todo riesgo a secas, con precios elevados. Por otro lado, te encuentras los todo riesgo con franquicia, que tienen este apellido y unos precios que en algunos casos son hasta tan bajos como un terceros ampliado. ¿Cuál es la diferencia entre el todo riesgo con y sin franquicia, además del precio?

La realidad es que, en cuanto a coberturas, tanto el todo riesgo con franquicia como el sin franquicia te protegerán igual. Sin embargo, en el caso del que tiene franquicia, te verás obligado a pagar una parte de las reparaciones cuando des partes, ya sea con o sin terceros. Esta cantidad será la franquicia, que estará determinada en la póliza del seguro.

Puedes pensar, pues, que el todo riesgo con franquicia es menos ventajoso. Sin embargo, es una gran opción para asegurar vehículos que se mueven poco, y sobre todo para conductores muy cautos y con un historial de siniestros impecable. Si, por el contrario, pasas mucho tiempo en carretera, estadísticamente hablando es más probable que tengas que dar algún parte, por lo que te merecerá la pena el precio más elevado del todo riesgo, a cambio de no tener que pagar la franquicia.

El seguro a todo riesgo lo cubre realmente todo?

Como todos los seguros, el todo riesgo tiene una serie de exclusiones. Estos serían los incidentes y circunstancias que no estarán cubiertos, da igual la modalidad de seguro. Así, entre las más habituales se encuentra conducir borracho o de forma temeraria, tras no haber pagado la renovación del seguro o al conducir por vías no aptas, entre otras.

Además, hay ciertos casos en los que el seguro a todo riesgo también se verá limitado:

  • Accesorios no de serie y no declarados. Evidentemente, si tu seguro no sabe que tienes algo, no estará dispuesto a pagarte su reparación o su sustitución tras un parte.
  • Partes sujetas a desgaste, como neumáticos. Incluso con un seguro a todo riesgo, las aseguradoras no suelen cubrir el valor de nuevo completo de los elementos del coche que casi seguro estaban desgastados en el momento del siniestro.
  • Catástrofes nacionales. En caso de inundación, terremoto, erupción volcánica, terrorismo, accidente nuclear, etc. Los daños del coche los cubrirá el Consorcio de Compensación de Seguros.

Cuándo conviene el seguro a todo riesgo (y cuándo no)

Hemos abierto este post hablando de asegurar un coche nuevo, precisamente porque en estos casos es cuando resulta más recomendable contratar un seguro a todo riesgo. Así, cuando el coche es nuevo, tanto la reparación a cargo de la aseguradora como las indemnizaciones en caso de pérdida total serán más favorables para ti. Y, por supuesto, si tienes la mala suerte de hacerle un rozón a tu vehículo nuevo mientras aparcas, o algún gracioso te lo raya durante la noche, con esta modalidad la reparación estará cubierta, al contrario que con cualquier otra modalidad. De esta forma, el primer daño a tu vehículo no te dolerá tanto, porque tendrá fácil solución.

Sin embargo, debes leer la letra pequeña de tu póliza ya que, pasados unos años desde la compra, aparecerá un concepto nuevo: la indemnización por el valor venal del vehículo. Este es lo que te pagarían por tu coche si lo vendieras en el instante antes de sufrir el accidente y, como ya sabrás, un coche de segunda mano vale menos que uno nuevo. Esto supone que, según se deprecie tu coche, las indemnizaciones que recibirás serán inferiores, progresivamente.

Por tanto, siempre llega un punto en que deja de compensar mantener el seguro del coche a todo riesgo. Esto se deberá a que las indemnizaciones serán menores y, relacionado con esto, a la aseguradora puede resultarle más rentable indemnizarte por pérdida total que pagar la reparación. Así, en la práctica, tu seguro a todo riesgo funcionará como un terceros ampliado, salvo porque pagarás el precio de la modalidad más completa. Por tanto, pasado este tiempo prudencial puedes necesitar plantearte cambiar tu seguro a terceros.

Qué cubre el seguro a todo riesgo: Conclusión

Hasta aquí qué cubre un seguro a todo riesgo para tu coche. Como has visto, es la modalidad más completa, porque tus reparaciones estarán cubiertas en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, también suele ser la modalidad más cara. Para que el golpe económico no sea tan fuerte, puedes plantearte contratar un seguro a todo riesgo con franquicia, o evaluar las ventajas de un seguro a terceros para tus circunstancias. Y, como siempre te recordamos, el lugar más cómodo para ello es el Comparador de seguros de CHECK24. Inicia una comparativa y encuentra las mejoras alternativas para tu seguro en menos de cinco minutos.

Patricia saiz experta en seguros
Escrito por: Patricia SaizExperta en Seguros

Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.