Un protocolo clave para realizar maniobras seguras al volante. En el complejo entorno del tráfico, donde la seguridad es primordial, las maniobras deben realizarse con precaución y de manera predecible.
La Regla RSM, que se traduce en Retrovisor, Señalizar y Maniobrar, se ha convertido en un principio fundamental para conductores responsables que buscan mantener una conducción segura y eficiente. Este enfoque simple pero efectivo establece una secuencia de pasos cruciales antes de realizar cualquier maniobra en la carretera.
¿Qué es la regla de RSM?
La Regla RSM es un protocolo de seguridad en cualquier desplazamiento de un vehículo, y especialmente importante en la maniobra de marcha atrás; en la que la posición del conductor es forzada, y el movimiento del coche no se produce en la dirección habitual. Ya sea un cambio de carril, un giro o cualquier otra acción, la secuencia RSM garantiza una ejecución segura y previsible.
La Dirección General de Tráfico recomienda a los conductores seguir los pasos de la regla RSM:
Aunque hasta ahora la regla RSM que recomendaba la DGT a los conductores consistía en sólo tres pasos para realizar la maniobra de forma segura, la regla RSM ha sido recientemente ampliada con un cuarto paso: Mantener la atención constante. Este nuevo elemento busca enfatizar la importancia de estar atento en todo momento durante la maniobra. Por ejemplo, asegurándonos que no aparezcan repentinamente obstáculos o peatones en el camino.
Fórmula de la regla de seguridad RSM
Adherirse a la Regla RSM no solo mejora la seguridad vial, sino que también fomenta una conducción más fluida y eficiente. La comunicación clara de las intenciones del conductor reduce el riesgo de accidente y contribuye a un entorno vial más seguro. Adoptando la Regla RSM como una práctica habitual, los conductores pueden contribuir significativamente a la seguridad en las carreteras y disfrutar de viajes más cómodos y predecibles.
Retrovisor
El conductor tiene la obligación de observar el tráfico en todas direcciones girándose o usando los espejos retrovisores con el fin de garantizar una maniobra segura. De esta forma, podrá comprobar que es factible llevar a cabo su ejecución sin peligro alguno.
Los retrovisores, ubicados estratégicamente en el interior y exterior del vehículo, proporcionan una vista completa del entorno del vehículo. Antes de iniciar cualquier maniobra, ya sea un cambio de carril, un adelantamiento o un giro, el conductor debe consultar estos espejos para evaluar la situación del tráfico por detrás y a los lados.
Además, la revisión de los retrovisores permite al conductor identificar y mitigar los puntos ciegos, aquellas áreas fuera de la visión directa. Con esta información, se pueden evitar sorpresas desagradables y garantizar que ninguna maniobra afecte a otros vehículos en la carretera.
Señalización
Una vez comprobados los retrovisores, es imprescindible informar al resto de usuarios de la vía del sentido de nuestro desplazamiento. Y lo más importante: hay que hacerlo con suficiente antelación.
La señalización a través del uso de indicadores y luces intermitentes, sirve como un medio claro y directo para comunicar nuestras intenciones al resto de usuarios de la vía publica. Desde cambios de carril, marcha atrás, desplazamientos laterales hasta giros, activar los indicares luminosos no sólo es un acto de cortesía sino también de precaución hacia el resto de conductores.
Maniobra
Por último, la ejecución de la maniobra siguiendo la normativa de circulación y solamente cuando sea viable. Lo que no solo implica la ejecución técnica correcta y la comunicación activa con otros conductores, sino también una evaluación final sobre las posibilidades reales de ejecutar la maniobra sin riesgos.
Informar a los demás conductores con el tiempo suficiente para reaccionar contribuye a un tráfico más suave y a la prevención de situaciones peligrosas.
¿Por qué obliga la DGT a cumplir con la regla de seguridad RSM?
La Dirección General de Tráfico (DGT) y otras autoridades de tráfico en distintos países promueven y obligan a cumplir con la regla de seguridad «retrovisor, señalizar y maniobrar» por razones fundamentales relacionadas con la seguridad vial y la prevención de accidentes. Estas son algunas de las razones más destacadas:
En definitiva, la obligación de cumplir con la regla de seguridad «retrovisor, señalizar y maniobrar» se basa en la premisa de que estas prácticas son esenciales para garantizar la seguridad vial y contribuyen a un entorno de conducción más seguro y ordenado.
Multa de la DGT por no cumplir la regla RSM
Si no cumplimos con la regla RSM se considerará una infracción grave y los agentes de Tráfico podrán sancionarnos. De hecho, no cumplir con la correcta señalización se considera una infracción grave, castigada con multas de 200 € y la pérdida de hasta cuatro puntos del carné de conducir.
Consejos para cumplir la regla del RSM
Como hemos visto, con la regla del RSM (Retrovisor, Señalizar y Maniobrar) conseguimos mantener una conducción segura y eficiente. Estos son algunos consejos para seguir esta regla de manera efectiva:
Siguiendo estos consejos, puedes incorporar la regla RSM en tu rutina de conducción, promoviendo así un entorno de carretera más seguro para todos los usuarios.
Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.