En un accidente de coche la mejor resolución posible es llegar a un acuerdo para completar un parte amistoso y dejar que las aseguradoras se encarguen de seguir el proceso. ¿Pero qué sucede si la parte contraria no reconoce el accidente?
En estos casos entramos en una dinámica más compleja, en la que es importante contar con la mayor cantidad de pruebas a nuestro favor que nos sea posible recabar, así como también con una aseguradora de calidad, que sea capaz de ofrecernos el mejor servicio en estos casos.
¿Por qué no iba la parte contraria a reconocer el accidente?
En realidad, hay muchos motivos por los que se puede dar el caso de que la parte contraria no reconoce el accidente.
En la mayoría de las situaciones se debe a un desacuerdo sobre la responsabilidad del siniestro. Obviamente en estos casos no se va a rellenar un parte amistoso, pero sí se puede acordar de forma calmada llamar a la policía para contar con un atestado y que las aseguradoras puedan trabajar con el caso.
Hay situaciones más complejas, como el hecho de que uno de los conductores no tenga seguro. Sin embargo, esto no va a ayudarle en ningún caso. Según la legislación vigente, quien conduce sin seguro en un accidente debe asumir la responsabilidad del suceso. Ahora bien, no será una aseguradora quien se encargue de la indemnización, sino el Consorcio de Compensación de Seguros.
Por descontado, no se puede descartar que el coche responsable se dé a la fuga, en cuyo caso tenemos que proceder antes que nada a poner la denuncia correspondiente.
¿Cómo se puede reclamar un accidente si la parte contraria no lo reconoce?
Si te encuentras en la situación de que la parte contraria no reconoce el accidente, antes de plantearte cómo dar un parte al seguro, te recomendamos que realices las siguientes acciones:
Llama a la policía
Es lo más útil que puedes hacer en estas situaciones, a ser posible sin que ninguno de los afectados se marche del lugar de los hechos.
La policía realizará un atestado, en el que se registrará de forma oficial la situación que se encuentran los agentes al llegar al lugar, así como datos precisos respecto a la fecha, hora y ubicación.
Si están todas las partes, será más fácil registrar los datos de todos los implicados, lo que servirá como certificación judicial de que esa persona estuvo en el lugar y en el momento indicados.
Intenta disponer de testigos
Los testigos representan un gran aliado si la parte contraria no reconoce el accidente, pues ya no se tratará de su palabra contra la tuya, sino que, además de otros factores que participan en el análisis de lo sucedido, habrá más personas que confirmarán tu versión.
Recoge pruebas de lo ocurrido
En caso de llegar a una posible reclamación judicial, las pruebas siempre son factores decisivos que pueden serte favorables.
Son útiles incluso para que la aseguradora o un perito puedan determinar más rápidamente la responsabilidad del accidente.
Hoy en día tenemos la ventaja de ir siempre con el teléfono móvil encima, por lo que nos resultará mucho más fácil hacer fotografías y vídeos de los vehículos implicados, del lugar de los hechos y de cualquier otro elemento que consideres recomendable registrar.
Si hay heridos, lo más importante es socorrerlos. La urgencia de necesitar ayuda médica puede provocar que al final te encuentres ante un accidente sin parte amistoso ni atestado. En estos casos puedes solicitar informes médicos que detallen las causas de cualquier lesión y su alcance. Los documentos de este tipo sirven como prueba al mismo nivel que un atestado oficial.
Lleva a cabo una reclamación judicial
Si al final no ha habido acuerdo ni entre los implicados en el accidente, ni tan siquiera entre las propias aseguradoras, la última solución que queda es la reclamación judicial. De nuevo, este proceso puede darse entre las propias compañías con mera participación testimonial de los protagonistas del siniestro o también es posible que debas afrontar esta vía por tu cuenta.
De ser así, te recomendamos contar con un abogado especialista en este ámbito, para saber la mejor forma de proceder y solicitar una indemnización apropiada que, en este caso, sí tendrá que asumir la persona responsable del accidente.
En una reclamación judicial las pruebas son todavía más importantes. Algunas de las que pueden ser aprovechadas en el juicio son las siguientes:
- Fotografías y vídeos realizados en el lugar y momento del accidente.
- Testimonios facilitados por testigos.
- Informes periciales solicitados por las aseguradoras.
- Atestado policial elaborado por las autoridades.
- Informes médicos que confirmen las lesiones.
Una vez se inicia la reclamación judicial, hay que tener en cuenta que la decisión final será tomada por un juez. ¡Pero existe también la posibilidad de que no se pueda determinar la culpabilidad! En ese caso se indicará que cada propietario se haga responsable de los daños de su propio vehículo, para lo que pueden serte muy útil los seguros de coche a todo riesgo.
¿Cómo actúan las aseguradoras cuando la parte contraria no reconoce el accidente?
En un parte de siniestro en el que la parte contraria no reconoce el accidente, las aseguradoras analizarán el resto de las pruebas presentadas para determinar quién es el culpable.
Normalmente solicitan la participación de un perito, quien puede analizar tanto el estado de los vehículos como la zona donde sucedió el accidente, para determinar de quién es la responsabilidad.
También hay aseguradoras que aprovechan convenios para agilizar la reparación de un vehículo dañado, para que así lo utilice el propietario lo antes posible.
Si no hay acuerdo entre las aseguradoras, la reclamación judicial es de nuevo la solución definitiva para determinar quién debe asumir la responsabilidad.
Esta situación demuestra la importancia que tiene escoger una buena aseguradora, con todas las coberturas que necesitas ante cualquier imprevisto. Aprovecha nuestro comparador de seguros de coche de CHECK24 y encuentra la mejor compañía para un servicio adaptado a tus preferencias.
Patricia es periodista y redactora especialista en el sector de los seguros. Patricia aporta contenido relacionado al mercado de los seguros de coche.